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Cada dos días tres personas mueren desempeñando su profesión

diciembre 1, 2015 Escrito por Antonio - No hay comentarios

En COAL Seguros pensamos que crear una cultura de prevención es la única manera de eliminar los costes económicos, productivos y sociales derivados de cada accidente laboral.

De media, los accidentes de trabajo han aumentado en un 3,2 por ciento en el último año, probablemente debido a la mejora global de la economía y la contratación. La profesión con mayor índice de siniestralidad es con diferencia la Industria Extractiva (2,69 accidentes por cada cien mil trabajadores), seguido de Transporte y almacenamiento (12,51), Agricultura y pesca (12,30) y la Construcción (10,12). La siniestralidad afecta en mayor medida a hombres que a mujeres (dieciséis veces más), y por edad afecta más a los jóvenes que a los mayores, sin embargo, en lo que se refiere a accidentes mortales, el colectivo más afectado es el de los mayores de 55 años.

¿Cómo proteger?

En el ordenamiento jurídico encontramos distintas obligaciones en materia de Prevención de Riesgos Laborales de obligado cumplimiento tanto para el empresario como para el trabajador. Las empresas deberán proteger a sus trabajadores incorporando un plan de prevención en todos los niveles jerárquicos adaptado a las circunstancias de cada empresa, otorgando las medidas de seguridad y formación necesarias para reducir los riesgos profesionales. Por su parte, los empleados harán uso diligente de las herramientas y medidas de seguridad.

¿Qué es un accidente de trabajo?

Cuando nos encontramos ante un accidente, lo primero que tenemos que hacer es averiguar si se trata de un accidente de trabajo, esto es más complejo de lo que parece y la regulación se ha ido completando a lo largo de los años. La primera definición nace a principios del siglo XX y es la que se sigue utilizando en el artículo 115.1 de la Ley General de Seguridad Social: “Se entiende por accidente de trabajo toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena”.

A esta definición se han añadido casos surgidos de la litigiosidad en el orden social como por ejemplo los accidentes “initinere”, producidos en el trayecto de ida o vuelta al trabajo, que en España representan el 13,5 por ciento del total de accidentes de trabajo; los sufridos en desempeño de labores sindicales; aquellos ocurridos con ocasión de tareas distintas a las habituales pero realizadas cumpliendo un mandato del empresario; labores de salvamento; enfermedades derivadas del trabajo…

¿Qué responsabilidad tienen las empresas?

Una vez analizado el tipo de accidente, se debe estudiar la responsabilidad de la empresa. En esta materia se ha llegado a una responsabilidad cuasi objetiva cuando se produce un accidente laboral, llegando la ley a incluir una presunción de culpa. El empresario tendrá que demostrar no sólo que cumplía con todas las normas de prevención y seguridad sino que además hizo todo lo razonable para evitar el accidente. La responsabilidad puede alcanzar distintas sanciones y órdenes jurisdiccionales. En caso de accidente ningún empleado quedará desprotegido. El empresario responsable deberá pagar un recargo sobre la cuantía que la Seguridad Social abone al trabajador, además de responder ante la administración por infracciones cometidas en el orden social como consecuencia de la falta de prevención. Como último escalón, la compañía y las personas directamente responsables pueden incurrir en responsabilidad penal.

¿A qué riesgos se enfrenta el empresario?

Resulta fundamental concienciar a las empresas sobre los riesgos concretos existentes en los puestos de trabajo y la necesidad de aplicar las medidas de prevención adecuadas al riesgo. Esta labor de concienciación se lleva a cabo desde distintos foros, tanto públicos como privados, donde se informa a empresarios y trabajadores de los riesgos que existen y las actuaciones que deben tomarse para reducir la siniestralidad laboral. La reducción de la siniestralidad es el objetivo de todas las partes implicadas en el proceso (empresa, trabajadores y administración) y sólo será posible creando una cultura preventiva que permita mejor calidad de vida en el trabajo.