Comida saludable

¿Comes tan bien como crees?

enero 5, 2016 Escrito por Antonio - No hay comentarios

En COAL Seguros os proponemos un sencillo cuestionario que sirve para averiguar si nuestra dieta es tan saludable como pensamos.

La alimentación no hace milagros, pero los hábitos alimentarios influyen de manera directa en la salud. Casi todos sabemos que los hábitos dietéticos determinan en buena medida la salud. Es una relación de causalidad muy clara, aunque los efectos no se observan a corto plazo. Como en casi todos los proyectos importantes, para mejorar la salud con la alimentación es preciso ser constantes. Ante la pregunta de si somos constantes, muchas personas dirán que sí, que su dieta es saludable y que los alimentos superfluos aparecen en la mesa en muy contadas ocasiones. “Un día es un día” o “por una vez que comamos de esto tampoco va a pasar nada” son las frases que suelen aderezar los caprichos esporádicos. La cuestión es determinar si son tan circunstanciales como creemos o si están más presentes en nuestra dieta de lo que creemos. A continuación se formulan diez preguntas. Las respuestas pueden ayudarnos a comprender si nuestros hábitos se acercan o no a un patrón de dieta saludable.

  1. ¿Ingieres mucho azúcar?
    Los expertos aconsejan evitar las bebidas azucaradas por su papel en la promoción de la obesidad. No obstante, muchos españoles las incluyen en su día a día. También aportan mucho azúcar la bollería (como las galletas), la pastelería, los helados y los postres lácteos.
  1. ¿Tomas alimentos Integrales?
    Es muy conveniente sustituir el arroz blanco por su versión integral, la harina blanca por la integral (eso incluye el pan y la pasta) y tomar más a menudo cereales integrales como la quínoa y los que haya en el muesli (sin azucarar). Uno de los últimos estudios sobre los beneficios de los integrales, publicado en ‘International Journal of Clinical and Experimental Medicine’, concluye que “un elevado consumo de integrales ejerce un efecto protector en el accidente cerebrovascular”.
  1. ¿Comes menos de 20 gramos diarios de carnes procesadas?
    En España se toman unos 35 gramos de carnes procesadas (jamón, chorizo etc), cuando no deberían superarse los 20, según las recomendaciones más actuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  1. ¿Tomas menos de 500 gramos de carne roja a la semana?
    El Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer recomienda no comer más de 500 gramos semanales de carnes rojas, dado su probable papel en el cáncer colonorrectal. La misma entidad considera que la media poblacional de consumo de estas carnes no debería rebasar los 300 gramos semanales. A modo de ejemplo, un entrecot pesa unos 200 gramos, mientras un filete o un solomillo de ternera pesan unos 95.
  1. ¿Comes cinco raciones de frutas y hortalizas al día?
    La mayoría de la población piensa en el concepto “cinco raciones de frutas y hortalizas al día” hace referencia a un límite máximo, cuando es lo contrario. Conviene insistir en que no se puede equiparar un zumo, aunque sea casero, a una pieza de fruta fresca.
  1. ¿Priorizas las legumbres y frutos secos en tu dieta?
    En los consensos científicos de nutrición cada vez es más frecuente leer la recomendación de sustituir el típico segundo plato de carnes o pescados por legumbres. Es lógico, dado que las investigaciones que relacionan su ingesta con la prevención de enfermedades crónicas son bastante concluyentes. En cuanto a los frutos secos hay un miedo injustificado a su consumo por su contenido calórico, cuando tomarlos de forma habitual solo aporta beneficios.
  1. ¿Eres consciente de que cuanto menos alcohol, mejor?
    En España se toman más calorías a partir de bebidas alcohólicas que de legumbres, algo que preocupa a las autoridades sanitarias. Los estudios muestran con claridad que no se puede atribuir beneficios al alcohol y que, además, debe preocupar su implicación en una larga lista de enfermedades, como el cáncer de colon y el de mama.
  1. ¿Desconfías de las “dietas milagro”?
    Ninguna dieta “con apellido” tendrá beneficios a corto plazo y sin esfuerzo, que es lo que prometen. Conviene huir de ellas porque pueden generar trastornos psicológicos como, aumentan el riesgo de obesidad y nos hacen más vulnerables a engaños, dado que promueven la desconfianza en tratamientos de probada eficacia.
  1. ¿Vigilas el tamaño de la ración?
    Cuanto más grande es la ración de los alimentos que nos sirven o que nos servimos, mayor cantidad se ingiere. Es lo que concluyen las revisiones científicas rigurosas, y es algo que hay que tener muy en cuenta en un entorno como el nuestro, con una gran abundancia de alimentos a todas horas, muchos de los cuales son de baja calidad nutricional y se presentan en formato XXL.
  1. ¿Cocinas tú o compras precocinados?
    El consumo habitual de precocinados, además de exponernos a una elevada ingesta de sal, impide aprender a cocinar, algo fundamental si se quiere disfrutar de una dieta que además de saludable sea agradable al paladar. La mayoría conocemos la importancia de una dieta sana e incluso creemos seguir una dieta mediterránea, pero la realidad es muy distinta. Una de cada tres personas sigue una dieta insana. Así, cuando decimos comer bien, cabe hacerse la pregunta de… ¿con quién nos estamos comparando?